Lauda + Fominder. Deluxe Pop Club, Valencia. 15 - 3 - 2014

Lauda + Fominder. Deluxe Pop Club, Valencia. 15 - 3 - 2014


En una noche de Fallas en la que prácticamente no se podía dar un paso en sentido recto por la calle por la multitud de gente, que parecía competir a ver quién hacía la barbaridad más grande, el verdadero espectáculo estaba en un lugar mucho más pequeño, el Deluxe Pop Club (que celebra estos días su sexto y necesario aniversario) y hablaba de esas cosas diminutas que tanto mueven el alma: el amor, la tristeza, la felicidad,... Vale, es un principio digno de la aldea de irreductibles galos en la que habitaba Asterix, pero es que siempre hay un poco de eso cuando te encuentras con algo de buena música. Y Lauda y Fominder la hacen.

Abrió el fuego (aprovechando que estamos en Fallas) Lauda, que, con los últimos fogones (aprovechando de nuevo que estamos en Fallas) de su ep de debut Mágico fin de fiesta, que ya llevan tocando más de un año en uno u otro escenario, intentaron mostrar algunas de sus nuevas canciones en formato acústico (del ep tocaron tres, finalmente). Lauda hace (como también Fominder, aunque de una manera distinta), por si quedara alguna duda, pop indie, puro pop. O sea, que cuando vas a verles, sabes que no te van a contar tristezas que no duelen, como hace la música más comercialoide y prescindible. Pero no hay únicamente dolor en sus palabras: vienen del dolor, pero se proyectan en un intento de ayudar al oyente, en esa especie de camino de baldosas amarillas, rodeadas de espinas con rosas (y no al revés), que deben transitar los que de verdad hacen arte que acompaña a tu alma durante el viaje por esta tierra lastimosa. Su música es un salto mortal para aquéllos que tienen miedo a las alturas, haciéndote sentir miembro de ese ejército transparente (en el público había más: incluso alguien llevaba en el bolso una cejilla de guitarra para cuando Lauda perdió la suya) cansado de la nada: te has juntado con alguien que verdaderamente habla de ti, no de quién la sociedad quiere que seas, ese robot sin botas. Escuchar a Lauda, incluso vals mediante (“La nieve, el sexo y Julio”, impresionante: suena a algo ya escuchado que nunca has escuchado así) es como volar junto a esa chica de los aviones de papel de la que hablan (en sus letras abunda la acción de volar casi como acto reflejo).

Después se cedió el turno a Fominder, que llegaban de Zaragoza con unas cuantas baterías y teclados grabados, en formación de tres, y con un disco bajo el brazo, 5 euros en el local, gratis en su bandcamp, como explicaron. El concierto fue un poco como el disco: de arranque impresionante, pero con un leve desvanecimiento, desfallecimiento o lo que sea en la parte final, de desarrollo más difuso. Aún así, disfrutarlos es una suerte, ya que Fominder (y supongo que Lauda, pero de eso no me doy cuenta porque compartimos ciudad, Valencia, en este caso) pertenece a ese pop local que, por culpa de una desgraciada distribución y cultura musical, carente de sentido del riesgo o del más mínimo espíritu de búsqueda o, como digo yo, porculerismo sonoro, hace que las bandas y oyentes de unas comunidades vean dificultado su conocimiento de las de otras. Bandas como Microondas (apasionante, y que me recuerda un poco al rollo de Fominder), Gascoigne, Noiseland, Delbosque y un largo, larguísimo etcétera, estupendas todas ellas, que, con mayor o menor originalidad (vale, Fominder no destaca precisamente en este sentido, no es especialmente novedosa, pero lo que tantas veces han transitado otros, lo domina casi a la perfección), van publicando cosillas y haciéndonos la vida más agradable. Un concierto rítmico e imaginativo, en suma.

Más info:

                                                                         Fominder








Lauda














Lauda - La chica de los aviones de papel



Lauda - Uri Geller



Fominder - La imaginación



Fominder - Ritmo 16



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