El festival levanta el vuelo en una segunda jornada marcada por la afluencia de público. 

Despejados ya del estreno del She's the Fest Son Estrella Galicia y tras una jornada prácticamente musical, el sábado “she's” comenzaría con charlas y showcases para ir combinando si no queríamos perdernos nada. Charlas que siguieron ahondando en la creación firmada en femenino plural y que mostraron trabajos audiovisuales o el interesante capítulo dedicado a la escena austríaca (no en vano Austria ha sido el país invitado en esta primera edición). En el ámbito musical, los directos de Skinny Girl Diet o Belako como los más destacados de la jornada. Pero conozcamos qué es lo que pasó sobre el escenario Son EG. 

Las primeras en conquistar al público del She’s the Fest, pese a ser una de esas horas en las que los asistentes prefieren la distensión y/o la digestión, las chicas de Bala. Anxela Baltar (guitarra, voz) y Violeta Mosquera (batería, voz) presentaron “Human Flesh”, primer trabajo llegado desde tierras gallegas y convertido en una apisonadora sobre el escenario. Si quedaba todavía alguien enredado en los menesteres derivados de la siesta, con este inicio seguro que se quedaron sin alternativa posible. El comentario de la tarde, llegado de uno de los asistentes asombrado: “mira cómo toca la batería”. Como si fuera una sorpresa encontrar a mujeres que en directo tengan esa respuesta con un par de baquetas… No sería el único comentario de este tipo con el que nos cruzaríamos durante el festival. El underground y la autogestión de Bala terminaron estallando en uno de los directos más sorprendentes que pudieron bailarse este fin de semana pese a que a esa hora (antes de las 6 de la tarde), solo habría un aforo de unas 40 personas. 

Más tralla con las inglesas Skinny Girl Diet. No podemos esconder que era una de las bandas que más ganas teníamos de ver en directo. Porque sus trabajos editados son de una potencia atronadora. Porque su último EP, “Reclaim your life”, acaba dominando cualquier atisbo de riot grrrl que pudiéramos encontrar en sus influencias. Simplemente porque desde “Girl gang state of mind” nos atraparon. Evolución o cantos limados para las estas londinenses y sus últimos temas. Eso sí, a frialdad no podrían ganarles: aterrizaron tarde sobre el escenario Son EG con un reducido setlist y se fueron tal y como vinieron, sin decir nada. Ursula (batería), Delilah Holliday (voz, guitarra) y Amelia (bajo) inciden en directo en lo mismo que incidían Bala solo unos minutos antes: la crudeza en la mínima expresión de sus composiciones. En el caso de las gallegas solo guitarra y batería; en el caso de Skinny Girl Diet bajo, guitarra y batería. Las bases rítmicas que tienen son atronadoras, como en ese chirriante “Silver Spoon”. Pero sin duda, nos quedamos con las paradas que hicieron sobre aquel EP homónimo: “Trade your brains” o “Homesick”. 

Cambio de tempo para la segunda ronda munsical del She’s the Fest con la propuesta de Joana Serrat. La catalana tenía presente que este concierto en Valencia marcaba la cuenta atrás para la despedida de ese “Dear Great Canyon” que tanta satisfacciones le ha dejado. Solo 3 fechas más por delante para que el “disco de su vida” (como lo calificó), deje paso a una nueva etapa. Folk rock de tradición evocadora (espectacular “Flowers on the hillside”) y constante emocional de brillante ejecución. Algunos de los presentes tuvieron algún problema para reconocer de quién se trataba (la comparación con Anni B. Sweet que escuchamos en la retaguardia del auditorio casi nos acribilla); pero la propuesta de Joana Serrat no tiene que ver con el pop de la andaluza. Ya a esas horas la gente comenzaría a ir llenando el auditorio y a arropar los paisajes que nos llegaban desde tierras catalanas. 

Y la vuelta de Lorena Álvarez y su Banda Municipal a la ciudad. Hace dos años que conquistaba a un escaso público en La Rambleta. De ahí la felicidad generalizada al saber que formaba parte del cartel del festival. Tradición asturiana pero “…con una buena paella que has cocinado sin camiseta…” como canta en “Manolo” (tema que se dejó en el tintero, por desgracia). Su último trabajo, el EP “Dinamita”, ahonda en esa música tradicional (la verdadera música folk asturiana, no nos olvidemos) para mezclarla con la ironía de sus letras. Eso sí, un trabajo construido junto al Coro de Ladinamo y el Patio Maravillas que, en esta ocasión, no podría estar presente. “La boda”, por goleada, se alzó como la triunfadora de su setlist, algo que no nos sorprendió. Junto a ella, sus inseparables bastiones: Juan Carlos Roldán y Carlos Aquilué. Consiguieron hacer lo que ni el folk ni el punk ni el pop, léase alterar a los presentes y hacer que acabaran bailando en un círculo cual tradición asturiana. Uno de los momentos del festival, no por su calidad musical, por su perfeccioniamiento o por cualquier atisbo de ritmos pregrabados... al contrario: por su sencillez y sin micros. “Hay dos tipos de personas, a los que les gusta la música con micrófono y a los que no”, diría ella misma. Repaso por “Novias”, “Pequeño saltamontes”, “Burro",... y algún tema nuevo como “Persona”. 

La tercera parte musical del She’s the Fest llegaría con otras dos propuestas más cerca del rock que las los dos nombres que les precedían. Kid Wave presentando además su nuevo trabajo, “Wonderlust”. En directo, Serra Petale (batería), Harry Deacon (bajo), Mattias Bhatt (guitarra) y Lea Emmery (voz) atesorando el legado sonoro de The Breeders o de las Dum Dum Girls. “Gloom” (con la elegante base rítmica de Deacon) o “Walk on fire” mostraban el potencial de los ingleses. “Wonderlust” (uno de sus temas más sonados), “Gloom”, “Best friend”... Temas para la banda más contundente de todo el festival (con permiso de Belako). Intransigentes en su sonido, directos, buscando ese punto de empatía con el público (no como sus compatriotas Skinny Girl Diet) y calentando una sala que prácticamente se había llenado para acabar el festival. Al acabar su paso por el She's the Fest se pudo ver a Lea Emmery charlando con Judit Casado, una de las partes de Euro Trash Girl (fueron de las pocas formaciones-musicos que se dejaron caer por el festival este fin de semana). 

La verdadera droga para esta segunda jornada de festival llegaría desde Vizcaya. Belako cerraría la noche como aterrizaron: pletóricos. Por una parte la formación ha sido premiada esta misma semana con el Ojo Crítico de RNE de música moderna, y por otro lado están ya a escasas semanas de publicar su segundo trabajo, “Hamen” (el 22 de enero). Con estas noticias, ¿cómo no iban a comerse el auditorio Son EG nada más salir al escenario? Lo hicieron. Devoraron a la sala y a todos los presentes con su directo. “Eurie”, su primer trabajo, convenció de forma unánime desde que sonara “Sea of confusion” modo bucle on. De momento solo habíamos escuchado uno de los temas adelanto de ese “Hamen”, “Trak sei”. Y si ese avance llegaba así de ponente, podemos imaginar por dónde irán el resto de los temas. Post-punk en las púas y cuerdas de Lore Nekane (bajo, voz), Josu Ximun (guitarra, teclado), Cris (voz, teclado) y Lander (batería). Músicos que podían intercambiar sus instrumentos y legar a Josu Ximun el bajo o a Lore Nekane los teclados. Energía evaporada con la que rociaron a todos los presentes, con algún pequeño intento crowd surfing de paso. Cerraban el festival oficialmente (el domingo 29 habrá una sesión matinal de clausura) de la mejor forma. 

Volviendo atrás en el tiempo, por la mañana fue el turno de los showcases en la terraza además de para las sesiones de Dj (Dj Catalina Isis, Dj Wilma Dean y Hits with Tits Dj's). Tres formaciones que en los últimos meses han ido potenciando el interés de crítica y de público: Meridian Response (también semifinalistas del Vinilo Valencia), June's Kaleidoscope y Salfumán. Marta Domingo (voz, violín) y Luis Martín (guitarra) abrían esta sesión de showcases con Meridian Response y su folk salpicado de country. “Miss brown” u “Oblivion” sonaron en su paso por el She's the Fest con la calidez con la que Marta Domingo colorea las composiciones y la guitarra de Luis Martín. 

Arantxa Iranzo al frente de June's Kaleidoscope recogió el testigo de Meridian Response rodeada de coro, violín y celo. Un cuarteto con los ecos de Julia Holter, las evocaciones etéreas y el interés que su música ha generado en Londres. “Soon you will see” es el primer EP que editaba allá por 2012, y con el que dejaba ver parte de lo que se vivió en este She's the Fest. Un próximo disco en ciernes y el avance del mismo que nos dejaba con “Secret farewells”. “Lighthouse”, “Best hotel”, “Ms. Honey” o “Travelling” fueron algunos de los temas que sonaron en la terraza de Las Naves. 

El tercer showcase de esta segunda jornada lo protagonizó Salfumán, el proyecto de Sandra Rapulp, a la que entrevistamos hace unos meses en estas mismas líneas. Un Ep también llamado “Salfumán” y un puñado de temas que viajan con bases y sonidos de sintetizador de recorrido ochentero. “Gran baile”, “Amoníaco” o “Ramen” con la única presencia de Sandra Rapulp a los mandos y la introspección sonora de su propuesta. Y es que en Salfumán hay mucho de música ambiental e hipnótica. Loops de base como en “Antisinte” o el lirismo de “FM”. 

Destacar la importancia en esta segunda jornada para las charlas y el intercambio de percepciones (con un público poco dado a las intervenciones), que comenzaban con la madrugadora “Ellas sostienen la palabra. De Safo a PJ Harvey”. Con Carolina Otero al frente de este capítulo músico-literario y con la participación de Lucía Boscá, Sergio Pinto Briones y Luci Romero (de la librería Bartleby). Interesante recorrido sobre la pluma y contenido de autoría femenina a través de versos y poemas y su evolución en la música a través de nombres tan determinantes en el rock como PJ Harvey. Interesante charla-debate que por desgracia (y vergüenza) parecía que no era de interés... ya fuera por las horas (las 11 de la mañana) o por la temática. 

Aunque a Johanna Caplliure también la veríamos en la vespertina sesión de VJ en la terraza, no podíamos dejar pasar su propuesta con “A través de la lente”, una charla que tampoco mejoró en cuanto a los asistentes y que dejó también uno de los contenidos más interesantes de este festival. La relación entre cine y videoclips así como su potencial político o de denuncia. El videoclip tiene un gran poder porque toda imagen es política. Construyen el imaginario ideológico y político a todos los niveles. Ejemplos como el de la productora Canada y sus citas explícitas al cine de Buñuel o Dreyer o el trabajo de Jared Leto tras las cámaras como Bartholomew Cubbins. La última de las sesiones dedicadas a la divulgación musical llegó de la mano de Mª Teresa Rocha Barco y Babsi Steiner al frente de “La escena musical austríaca”. Y es que esta primera edición del She’s the Fest tenía como país invitado a Austria. Qué mejor que poder acercarnos a esa escena musical que a través de sus bandas o del funcionamiento de la escena. 

Antes comentábamos que conseguía provocarnos “vergüenza” el comprobar que este contenido adicional en el festival no ha tenido la aceptación que se merece. Pero no deberíamos sorprendernos: cuando no hay contenidos con los que involucrarse nos quejamos, y cuando los hay desaparecemos. Esto nos hace preguntarnos si como espectadores estamos preparados para consumir festivales no de fast-food musical, y si es necesario dotar de contenidos alternativos a los festivales solo por añadir actividades extras. Eso sí, los talleres de arquitectura para los más pequeños, un éxito. Un festival pensado (en principio) para la visibilidad artística de la mujer sobre todo en el campo de la música, pero que ofrece unas charlas a las que prácticamente no van mujeres. Y el tirón de orejas no va solo dirigido al público, que está totalmente legitimado para elegir a qué quiere asistir: también va hacia los medios (¿cuántos han hecho cobertura de las charlas, por ejemplo?) y hacia los profesionales (¿cuántas poetas o videocreadoras pasaron esta mañana por la biblioteca de Las Naves?). Pero también hacia las mujeres: ¿queremos ser partícipes de contenidos que van más allá de ver a una banda sobre el escenario o no?. 

Una segunda jornada que consiguió levantar los puntos negros de la primera entrega y que deja, en general, un buen sabor de boca en cuanto a público, en cuanto a calidad de propuestas musicales y, pese al poco caso que se les ha hecho, en cuanto a las actividades paralelas se refiere. Que habría que mejorar algunos conceptos, evidentemente, como en cualquiera de las primeras entregas de un festival. Pero el balance es más que positivo. Habrá que esperar a que esta primera edición del She's the Fest macere para ver si podrá tener reflejo en una segunda entrega. Eso sí, esperamos que mucho más activista y reivindicativa... las medias tintas no valen de mucho. Y como resumen de esta segunda jornada, os dejamos con algunas imágenes de los conciertos que pasaron por los showcases y por el escenario Son EG. 

 
She's the Fest: Resumen de la segunda jornada