La figura de Carlos Cano es, quizás, una de las que ha sido menos reconocida hasta que, desde “Abril para vivir” se comenzó a reivindicar su figura y, desde ahí, no han sido pocos los homenajes, espectáculos y festivales, que han hecho de este cantautor granadino una referencia, colocándolo en el sitio que siempre ha merecido.

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de asistir al espectáculo “Girando con Carlos Cano”, secuela del concierto homenaje que, en la misma línea, organizaron sus herederos y allegados para conmemorar el que hubiera sido su 70 cumpleaños, en aquella ocasión con las voces de Estrella Morente, Kiko Veneno, Miguel Ríos y Pasión Vega, entre otras.

Volvió a sonar, así, la voz de Carlos Cano, no sólo en las grabaciones de su propia garganta, sino en las voces de Aitor Velázquez, Amparo Sánchez, Antonio Lizana, Esperanza Fernández, Juan Pinilla, Luís Pastor, Lourdes Guerra y Raúl Alcover que actuaron ante un entregadísimo público que llenó el Teatro Isabel la Católica, no sólo de gente, sino de palmas y voces para acompañar los temas más conocidos del artista granadino.

Con interpretaciones potentes y emotivas, como las de Amparo Sánchez, que compartió algunos temas con Antonio Lizana, Esperanza Fernández o Juan Pinilla, que llevaron a sus respectivos terrenos la música del cantautor y una apertura poética y sentida en la voz de Luís Pastor, los artistas fueron mostrando a los asistentes la parte que cada uno de ellos admiraba más en Carlos Cano.

Especialmente curiosa, por lo distante entre los estilos, aunque no en la forma de sentir la música, la interpretación de Aitor Velázquez (Hora Zulú), que eligió algunos de los temas más difíciles del repertorio de Carlos Cano y se enfrentó a ellos con la misma actitud reivindicativa que exhibe siempre en sus conciertos.

En bloques de dos o tres temas cada uno, acompañados de una banda de lujo, entre todos conformaron el paisaje sonoro que sirvió como homenaje, apertura de gira e inauguración de los espectáculos de Granada Experience, terminando todos juntos en el escenario con “La murga de los currelantes”, en la que el público se levantó y acompañó con palmas y coros a los artista que tuvieron que hacerla no una, sino dos veces, para contentar a los que pidieron unos bises que no estaban preparados en el repertorio.

Y con el “paraba paraba paraba pa pa” resonando en el aire, una parte de la memoria de Carlos Cano volvió al Isabel la Católica como inicio de este espectáculo que ahora tiene previsto recorrer varias ciudades de nuestra geografía y que, con seguridad, irá dando que hablar en los escenarios que pise.

Crónica: María Villa

Foto: Lolo Vasco (proporcionada por organización evento)