Madrid se está convirtiendo en un pequeño epicentro de bandas noveles que luchan por hacerse un hueco, no en la industria musical pero sí trabajando los escenarios. Sonido Bikini es uno de estos grupos que ahora se lanzan a la aventura de defender un trabajo discográfico vestido de EP, un vestido recién estrenado, tanto que hoy mismo sale a la venta y que se podrá adquirir a través de la página de la discográfica, Flor y Nata Records. “La casa de Ernesto” (Flor y Nata Records, 2011) se presenta como un atlas de creación contundente y sonido definido que no duda en abrirse camino a base de letras personales y búsquedas de pasados y presentes: amores, vacíos, malos hábitos,... La propia experiencia del músico.

Escuchar a estos madrileños nos trae ecos de grandes nombres de la escena nacional. Los Planetas, Surfin' Bichos, Enemigos... Incluso si indagamos un poquito más podremos encontrar algo de la ola brit en la que nos bañamos durante los '90. Y es que es muy difícil desvincularse de las ataduras estilísticas de las que han bebido y con las que han saciado su sed sonora. Ahora simplemente les queda saber cómo convertir ese bagaje en un mero poso que les de el impulso y en el que no se queden estancados, algo en lo que confiamos plenamente.

Paco (voz y bajo) sigue la estela vocal de J. de Los Planetas, alargando consonantes y tirando mucho de ese tono nasal tan característico de los granadinos pero sin llegar a sus límites. Con distintos registros (en “Míranos” casi parece otra voz) pero manteniendo el espacio necesario para no dejarse ganar por ninguno de los instrumentos. Una voz que consideramos más cercana al pop que al indie y que aunque eso siempre puede ser un punto a favor por no dejarse encasillar por las modas y estilismos varios de la música, sí que adolece mucho de estar demasiado cercana al pop. Algo que con el tiempo estamos convencidos que acabará por curtirle y que le hará ganar en sonoridad y en potencia. Paco, además de ser el vocalista y bajista de la formación, es el compositor de todos y cada uno de los temas.

La guitarra, una Rickenbacker (una de las más antiguas), como las que usaban los Beatles, lleva la marca de Isaac. Como curiosidad decir que viene del mundo de la guitarra clásica y flamenca, algo de lo que no hay rastro en las canciones de Sonido Bikini y que, tampoco nos sorprende encontrar. Hagamos un poco de memoria... David García “El Indio”, percusionista de Vetusta Morla, también proviene del flamenco. Adaptación al medio y supervivencia a base de noise.

Mario es el responsable de cuadrar este triángulo musical con las baquetas en la mano. Mucho platillo, mucho ride y acabar con los toms para terminar de eclosionar las canciones, pero sin restarle importancia al resto de instrumentos. Y es que esta es una de las características más remarcables del sonido de los de Móstoles: que guitarra, bajo y batería estén en ese punto exacto en el que dejan que se escuche todo por igual, nada prevalece sobre nada y todo mantiene una unidad sonora que a veces es difícil conseguir.

Dentro de “La casa de Ernesto” encontraremos 5 temas que esbozan a carboncillo las directrices de Sonido Bikini. “Ponle un precio” es el tema que han elegido como single de presentación. Energía y potencia en esta tarjeta introductoria que se repetirá en el resto de temas. Una guitarra desprovista de ornamentos y de accesorios sonoros que junto al bajo y la batería terminan por componer la estructura básica de este grupo. Acostumbrados a ver formaciones que juegan con distintas guitarras o con varios percusionistas, realmente volver a la esencia del bass-guitar-drum es siempre un lujo. Y es que en la sencillez muchas veces está el secreto; de hecho, cuando entrevistamos a los veteranos Lagartija Nick sobre su último trabajo nos sorprendió saber que habían vuelto a reunirse con la idea del trío.

“Míranos”, el segundo de los temas que hemos podido escuchar a través de las redes sociales, sigue también la estela contundente que se convierte ya en seña de identidad de estos chicos de Móstoles, menos ruidoso y sucio de lo que quizás esperaríamos (algo habitual en grupos que comienzan a hacerse sonar, es como una especie de regla no escrita del indie) y con un aire más pop en algunos pasajes de este track, quizás por las influencias del britpop de las que han podido beber. “En el fin del mundo”, “Cambio por momentos” y “Sol gris” terminan de componer la estructura de este EP.

Sí que les daremos un pequeño tirón de orejas desde Alquimia Sonora, y es que el diseño de la carátula nos parece que desmerece mucho su contenido. Sí, es cierto que un libro no se juzga por sus tapas... pero un disco sí que se compra por una portada, y aunque parezca un elemento sin importancia, sí que la tiene. Un detalle del que esperamos que tomen nota y con el que puedan sorprendernos en, quizás, una segunda edición de “La casa de Ernesto”...

En definitiva, una apuesta fresca y enérgica que nos devuelve la esperanza en todas aquellas bandas que intentan pelearse por expresar todo lo que concentran antes de formar parte de un macrofestival, antes incluso de poder telonear a algún nombre reseñable... Porque antes de todo eso hay vida, y es la que encontraremos en esa casa en la que a partir de hoy hemos entrado y en la que esperamos podamos volver a tomar algo en muchas más ocasiones, se le ponga o no un precio. Os dejamos precisamente con “Ponle un precio”, el single del EP. Escuchad, valorad y, si os convence su propuesta, ya sabéis lo que tenéis que hacer...



Más info:
http://www.myspace.com/sonidobikini
http://www.florynatarecords.com/interpretes/sonidobikini_cs.htm